CAMINANDO CON JESUS, CRISTO MIGUEL - 11- LOS PRIMEROS 6 APOSTOLES

Versión Audio Podcast  Voz: Tesalia Camacho

 El 23 de febrero del año 26 d.C. Jesús fue a Pella a estar con los discípulos de Juan y mezclarse entre la gente.

Dos de los principales seguidores de Juan pasaron mucho tiempo con Él y lo acompañaron hasta el pueblo a llevar a un niño lastimado que Jesús curara.

Uno de ellos, en un aparte le dijo: "Te he estado observando desde que viniste a Cafarnaúm, y creo que eres el nuevo Instructor; aunque no comprendo toda tu enseñanza, estoy plenamente decidido a seguirte. Quisiera sentarme a tus pies para aprender toda la verdad sobre el nuevo reino."  Jesús a Andrés tomó como el primer apóstol.

Andrés tenía un hermano, Simón, que era uno de los principales discípulos de Juan el Bautista, le comentó la charla con el Maestro y le sugirió que se uniera también a trabajar por el nuevo reino. Antes de tomar una decisión fueron a consultar a Juan, quien les dijo: “Esto es solo el principio. Mi obra terminará pronto y todos nos convertiremos en sus discípulos”. Así es que Simón se ofreció a seguir a Jesús y este le dijo "Simón, tu entusiasmo es loable, pero peligroso para el trabajo del reino. Te recomiendo que seas más cuidadoso con tus palabras. Desearía cambiar tu nombre por el de Pedro."

 Jesús fue invitado a quedarse a dormir en casa del niño curado por lo que al despedirse de Andrés y Simón les dijo que al día siguiente partirían hacia Galilea.

 Santiago y Juan, hijos de Zebedeo llegaron al pueblo luego de estar buscando a Jesús por las colinas durante varios días. Al enterarse de que Andrés y Simón Pedro eran seguidores de Jesús se entristecieron y fueron a su encuentro.

Jesús dormía y cuando lo despertaron a modo de queja preguntaron por qué mientras ellos que tanto lo habían acompañado y lo estuvieron buscando por las colinas, Él había tomado dos seguidores antes que a ellos.

Jesús les pidió que “serenaran sus corazones” y les preguntó por qué habían ido a buscarlo cuando él se dedicaba a los asuntos de su Padre y continuó: "Deberíais aprender a buscar el secreto del nuevo reino en vuestro corazón, y no en las colinas. Aquello que buscabais ya estaba presente en vuestra alma. En verdad sois mis hermanos —no necesitabais que yo os aceptara— ya pertenecíais al reino. Tened buen ánimo y preparaos también para acompañarnos mañana a Galilea."

 Al día siguiente, 24 de febrero, Jesús se despide de Juan el Bautista para no verse nunca más en esta tierra.

El día anterior Juan había estado hablando con Andrés y Esdras sobre el Maestro. Así fue que el primero decidiera seguir a Jesús.

No así Esdras, que consideró que en realidad era un falso Mesías y al ser reprendido por Juan por sus palabras decidió marcharse, con un grupo que lo siguió. Continuaron bautizando en nombre de Juan y todavía había un grupo de seguidores de Esdras en el siglo 20 por la zona de la Mesopotamia.

De camino a Galilea, al cruzar el Jordán Jesús ve a Felipe de Betsaida, al que todos ellos conocían y que iba con un amigo, Natanael, para ver a Juan.

Felipe se adelanta a saludar al grupo. Conocía y tenía muy buen concepto de Jesús y al hablar con sus amigos estos le comentan que habían sido aceptados como seguidores del Maestro.

Qué hacer, se preguntó Felipe. Quedó abrumado por el deseo y la sorpresa de la situación. Pregúntale a Jesús le dijeron, que estaba conversando aparte con Santiago.

Felipe fue ante el Maestro diciéndole: “¿Qué debo hacer? ¿Ver a Juan o quedarme con vosotros? Jesús le dijo “Sígueme”. Felipe se emocionó, convencido de haber encontrado su camino.

Pidió al grupo que lo esperaran allí y se dirigió hasta una morera bajo la cual había

quedado Natanael. “He encontrado al Libertador, del que habló Moisés y Juan”.

“¿De dónde viene este Maestro?” preguntó Natanael. “Es Jesús de Nazaret, hijo de José y que ahora vive en Cafarnaúm”.

“Una cosa tan buena ¿puede salir de Nazaret?” preguntó Natanael.

Nazaret era un pequeño pueblo sobre una colina. Nunca mencionado ni en el Antiguo Testamento. De ahí la sorpresa de Natanael.

Jesús había nacido en Belén, pero vivió luego en Nazaret porque según relata Mateo para que se cumplan las escrituras sobre que sería llamado “el nazareno”.

Felipe lo toma de un brazo y llevándolo hasta el grupo de dice “Ven a ver”.

Cuando estuvo frente a Jesús, éste dijo “He aquí un auténtico israelita en quien no hay falsedad. Sígueme”.  Y Natanael se volvió hacia Felipe diciendo. “Tienes razón. Es en verdad un Maestro de hombres. Yo también lo seguiré, si soy digno”.  Jesús hizo un gesto afirmativo y replico “Sígueme”.

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